Los trabajadores de Puros Santa Clara nos recibieron con las puertas abiertas a pesar de que ya iban a cerrar... y como dicen... nos metimos hasta la cocina...
Las herramientas auxiliares utilizadas en cualquier tamaño de empresa fabricante de puros, son de madera y de confección casera.
Se selecciona el tabaco con base en el color. Existen tres colores de tabaco; el obscuro, el medio y el claro; entre más obscuras sean las hojas, más fuerte será el sabor y olor del puro. Se humedece el tabaco con agua natural para facilitar el manejo; el agua no necesariamente debe ser purificada, pero sí limpia, se puede rociar con jarras como si se regara un jardín, o con la mano. Para medir la humedad se realiza una prueba con las hojas: no deben quebrarse al enrollarse, de lo contrario se humedecen hasta que al enrollarse no se quiebren. No existe ningún instrumento de medición electrónico, se estima que es una humedad del 25%.
Todas las operaciones son manuales. Para los puros con sabor (vainilla y/o chocolate), se pone la esencia natural desde el fermentado, previo y cuando los puros llevan boquilla es plástica, de fabricación nacional, se pueden mandar a hacer o comprar ya hechas.
Para elaborar los puros, primero se seleccionan las hojas que dependiendo del grosor y tamaño se toman de 4 a 5 y manualmente se enrollan de una por una en forma de taco llamado tripa, al final se le aplica una gota de goma de tragacanto (semilla natural) para que no se desenrolle, con una navaja en forma de cuchilla se cortan los residuos y extremos de la tripa. Para dar forma final al puro se cubre con dos hojas de tabaco especial llamado capote y capa que son para darle la textura de alisado y redondeo en la parte superior; primero va el capote y al último la capa.
Es considerado también por el tamaño de las hojas, refiriéndose particularmente al diámetro; se acomodan dentro cajas de madera en forma de jaula, forradas de yute, llamadas también "barricas".
Se considera un trabajo artesanal y artístico por lo que su proceso es tradicional.
Se revisa visual y dactilarmente puro por puro para checar que no vayan duros (muy llenos) o vaciados (huecos), cortos o largos, si alguno es rechazado, se devuelve al personal de purería para arreglarlo; los que no se rechazan, son agrupados de 10 en 10, envueltos con papel estraza o papel periódico.
Se anillan los puros manual e individualmente con una etiqueta de papel con pegamento en un extremo, rotulada con la marca del puro y se fija en la parte delantera del puro; se meten individualmente de adelante hacia atrás en una bolsa de celofán y lo ordenan o apilan en tablas pequeñas; por último se introducen en paquetes de celofán de acuerdo al contenido que se desee, puede contener de 5 a 25 puros y se alisa con la plancha de ropa de uso casero; para una mejor presentación también se pueden introducir en cajas de madera preferentemente de cedro, se pueden mandar a hacer o comprarlas hechas con el rótulo de preferencia, la madera no lleva ningún tipo de preparación especial, se puede utilizar con un broche asegurador metálico, se forra de celofán y se alisa con la plancha de ropa.